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La educación intercultural tiene un gran potencial para incrementar los negocios. El enfoque intercultural en un contexto educativo surge como una alternativa para promover el diálogo en países cuya población está caracterizada por la diversidad cultural. Sin embargo, debido a los efectos de la globalización entre los que se encuentran: la migración global y la intensificación del flujo de bienes y servicios, la educación intercultural se convierte en una necesidad para poder gestionar la diversidad. 

Cuando empecé a trabajar en la promoción del comercio exterior entre Italia y Perú; Italia era uno de los principales socios comerciales de los peruanos. Las empresas italianas exportaban tecnología, importaban materias primas y seguían proyectos de cooperación. En este sentido, los viajes de negocios de gerentes italianos a Lima eran muy frecuentes. Los italianos son empresarios de mundo, pero muy pocos hablaban el idioma español. Cuando ellos asistían a sus reuniones, lo que más requerían era el apoyo lingüístico. 

Por otro lado, los empresarios peruanos, si bien viajaban por negocios no tenían la experiencia industrial de los italianos, muy pocos hablaban idiomas y su visión de negocios estaba basada en la economía local y la negociación de los precios. Los italianos y los peruanos tenían clara su identidad cultural, y también tenían una idea de la cultura del otro. 

En este contexto, una negociación podía no ser tan fluida por la necesidad de la asistencia lingüística, pero los intereses de cada uno eran casi pre-establecidos. Durante la reunión, los italianos se mostraban más carismáticos pero menos tolerantes, con una entonación de voz alta, muchos gestos, muy organizados y directos. A su vez, los peruanos se mostraban respetuosos y más tolerantes, con una entonación de voz moderada, pocos gestos, muy conversadores, improvisados y poco directos. Ya sea italianos como peruanos, podían relajar la tensión haciendo bromas, existían pocos silencios, y para los almuerzos se optaba por la tradición culinaria peruana o italiana. La familia era un tema de interés de italianos y peruanos, así como también la política. Se podía hablar de religión, y sobretodo coincidían en la majestuosidad del patrimonio cultural de ambos países. En cierto modo, la diversidad a gestionar no era tan relevante, aunque se exigía que los empresarios aprendan sobre la cultura del otro. Las negociaciones eran largas, pero en buenas cuentas menos complejas en comparación con los tiempos actuales. 

Hoy en día, el Perú experimenta un crecimiento económico significativo y se desempeña con mayor competitividad en el mercado global. Además, los gerentes peruanos se gradúan en negocios, hacen postgrados en el exterior y hablan varios idiomas. A pesar de la crisis, Italia se mantiene en el noveno puesto en la lista de los mayores exportadores del mundo. Además, las empresas italianas se promueven en el exterior a través de estrategias de internacionalización que comprende la contratación de gerentes regionales y consultores internacionales que pueden no ser italianos, pero que están capacitados para representar sus intereses. 

Bajo esta nueva perspectiva, una negociación entre una empresa italiana y peruana puede realizarse entre gerentes de distintas nacionalidades que manejan varios idiomas y poseen una visión global. En este caso, se hablará el mismo idioma, se usarán tonos de voz más moderados, existirán más silencios, menos gestos, más tácticas, más organización y menos dispersión. Posiblemente, ambos representante preferirán almorzar en algún restaurante de moda, y para las conversaciones se preferirán las experiencias de viaje y los estilos de vida. Sin embargo, un choque de intereses, una mala broma o un desafortunado comentario, podría desencadenarse en un conflicto que podría poner en riesgo la negociación. 

Esto se debe a la diversidad de las identidades culturales que junto a los propios intereses, harán más sensible la relación personal y comercial. En este caso, será necesario conocer la propia cultura, la cultura del otro y saber gestionar la diversidad; y es aquí donde interviene la educación intercultural. 

Pero hay mucho más detrás de la necesidad de este nuevo aprendizaje; puesto que el cambiante contexto internacional ofrece múltiples de oportunidades para mejorar los negocios, y no existen más distancias geográficas imposibles de alcanzar. Aprendiendo de razas, género, religiones, liberándose de prejuicios culturales, aprendiendo a respetar la diversidad y a comunicar correctamente; las empresas se ponen un paso adelante hacia nuevas alternativas para hacer crecer sus negocios. 

Otro ejemplo de porque la educación intercultural es necesaria, se relaciona con la inclusión de género. Actualmente existen mujeres que lideran empresas y proyectos, pero que no logran insertarse en el mundo de los negocios debido a las barreras culturales. Los negocios siguen siendo masculinos y el costo de no empoderar a las mujeres es alto en términos de crecimiento económico y desarrollo social. Las competencias interculturales contribuyen a reducir la brecha de género y a integrar a las mujeres en la economía y empresa.

La cultura(1)

En base a mi experiencia, considero que uno de los primeros pasos hacia la educación intercultural para negocios es familiarizarse con el concepto de cultura. He observado que una debilidad de los gerentes latinoamericanos es precisamente esta definición, a la que asocian con las tradiciones y costumbres de los países. Aunque, me preocupa de sobremanera ver como ignoran el rol que podría jugar el aprendizaje cultural en el mejoramiento de sus capacidades gerencial. 

Se define entonces cultura, como un conjunto de símbolos y prácticas que rigen a las sociedades y se trasmiten de civilización en civilización. En el mundo, existen personas, grupos y naciones regidas por la universalidad de valores, comportamientos y formas de pensar que les hacen sentir, actuar y pensar de manera diferente. 

En base a los estudios de Geert Hosftede, estos valores, comportamientos y formas de pensar corresponden a una programación mental en función al ambiente social en donde las personas crecen y recolectan su experiencia de vida; a esto se le denomina cultura, y esta no existiría de no haber personas interactuando entre sí. La cultura no se manifiesta a través de un individuo; sino más bien de “grupo de individuos” que interactúan en un determinado tiempo y espacio. 

La cultura corresponde a factores relacionados con el desarrollo humano en un determinado contexto(2), y tiene una relación directa con disciplinas como la antropología, la psicología, la sociología y la filosofía. Para trasmitir la cultura se requiere de una serie de elementos que son comunes a todos, pero que a la vez diferencian a unos de otros en base al grupo de pertenencia o nacionalidad.

Michael Czinkota en su libro sobre marketing internacional, define cultura como un sistema integrado de patrones de conducta aprendidos que son características distintivas de los miembros de cualquier sociedad. Además explica que la cultura se trasmite a través de una serie de elementos que menciono a continuación: 

  1. los valores y las actitudes,
  2. el lenguaje verbal y no verbal,
  3. los modales y costumbres,
  4. la Religión,
  5. la educación
  6. la estética: relacionada con los cánones de belleza y buen gusto, las artes, la música y el simbolismo de los colores.
  7. los elementos materiales: asociados al desarrollo económico, accesibilidad a infraestructuras económicas, sociales, financieras, las comunicaciones y tecnologías. 
  8. las instituciones sociales en donde el rol principal lo tiene: La familia.

Una acotación importante es que los elementos de la cultura no son inherentes a la naturaleza humana, como sí resultan ser lo sentimientos. Por ende, al no ser inherente, la cultura debe ser aprendida.

Por este motivo, cuando se emigra, ya sea cerca o lejos del país de pertenencia, es necesario aprender y adaptarse a la cultura del país de acogida, porque pretender mantener la misma cultura sólo condena al fracaso y aislamiento. Lo mismo sucede en negocios, los buenos acuerdos se garantizan, aprendiendo a adaptarse e integrarse a las situaciones de diversidad. 

Otro punto importante a tener en cuenta es la definición de personalidad, que si bien esta corresponde a los rasgos y las características que distinguen a una persona de otra, la personalidad también el reflejo de lo inherente (naturaleza humana) y lo aprendido (cultura). 

En función a la personalidad se define la identidad cultural a partir de la cual estamos en capacidad de discernir en torno a lo bueno, lo malo, lo feo, lo bello, lo moral o lo indecente, lo perfecto y lo imperfecto de una sociedad. 

La identidad cultural es el bastión de las sociedades; y cuando en un país coexisten múltiples identidades culturales surge lo que se conoce como multiculturalismo. Esto es lo que sucede en países como los Estados Unidos donde el flujo migratorio está representado por personas de diferentes razas, religiones, niveles socio-económico, formas de pensar e idiomas. Incluso el Perú es considerado un país multicultural por albergar a más de una cultura entre ellas: la cultura española, andina y amazónica. 

La presencia del multiculturalismo cuando las identidades culturales son muy diferentes generan confrontación. En negocios internacionales, la identidad cultural es el primer problema a afrontar, porque cuando comunicamos con personas de diferentes nacionalidades, la mayor parte del tiempo observamos factores visibles como los modales y elementos de estética; menos visibles en cambio son los valores, principios éticos y verdaderos intereses que permiten la toma de decisiones. De ahí que se desprende la analogía del iceberg (ver gráfico), porque lo que se ve es siempre una porción mínima con relación a lo que no se ve, y es precisamente lo que no se ve lo que puede definir el curso de las negociaciones.

En una situación de multiculturalismo, existen dos enfoques que contribuyen a crear puentes para mejorar la comunicación y reducir los conflictos: 

1. Comunicación a través de culturas: el término en inglés es “cross-cultural communication” y se utiliza para comparar y contrastar las culturas. Requiere aprender la cultura del otro mediante el estudio de los elementos de la cultura. 

2. Comunicación intercultural: requiere aprender de la propia cultura, la cultura del otro y tener conocimiento de la relación interpersonal entre individuos y grupos de individuos. Implica un proceso de aculturación para integrarse a un nuevo grupo, nación o sociedad. 

Con esta definición de conceptos concluyo este artículo que retomaré en la próxima edición del DIARIO DEL EXPORTADOR. Los invito a analizar el iceberg de la identidad cultural y hacer una comparación con la propia cultura. Además, sugiero revisar la bibliografía y dejo dos recomendaciones de blogs para que puedan profundizar sobre este tema. Hago énfasis que existen prestigiosas universidades tanto en Europa como América Latina que cuentan con programas de estudio destinados a mejorar las capacidades gerenciales desde una perspectiva intercultural. Hasta la próxima edición.

Bibliografía

  • Czinkota, M. & Ronkainen, I. (2013). Marketing Internacional (10ma Edición). D.F. México: Cengage Learning Editores S.A.
  • Hall, Edward T. (1959). The Silent Language. Reprinted Ancor Book Edition (Random House). USA
  • Hofstede, G. (2010). Cultures and Organizations: Software of the mind. USA:McGraw Hill

Blogs recomendados:

(1)Para la definición de cultura se han tomado de referencia algunos conceptos vertidos en los estudios de Edward T. Hall y Geert Hofstede, ambos considerados los padres del análisis intercultural.

(2)Sugiero revisar los estudios de Edward T. Hall sobre la cultura por contextos.



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